MURAL EN CENTENARIO-NEUQUEN ARGENTINA

MURAL EN CENTENARIO-NEUQUEN ARGENTINA
Equipo de muralisas Luis Nichela, Silvana Nichela, Mauro Rosa y Mauricio Barreto

14 jul 2011

UN TROVADOR LLAMADO FACUNDO

Las gaviotas
no volaron
ni las golondrinas,
los pájaros
de Amèrica
se quedaron
quejosos,
hambrientos,
solitarios...

El ataque a Facundo
fue a la vida
al futuro
a la belleza.

Pasarán las lluvias
en el Brasil verdoso
regará el mar
las costas de Mexico
y en  Argertina
su angel andará
desorientado.

Su voz
será de escarcha
y en Guatemala
su sangre
mojará los pies
para que corran
juntos de las manos...
los americanos

             Daniel Vico

23 may 2011

Penélope


El tesoro de Ítaca se ha agotado y Ulises no vuelve. Por eso Penélope tuvo que largar las agujas, mandar a pasear a sus pretendientes y dedicarse a los negocios.
Puso una confitería camino al laberinto de Dédalo. Éste se ha convertido en la principal atracción turística para los amantes de los deportes de riesgo: con la entrada te dan un ovillo de hilo y una espada para que intentes matar al minotauro (quien, dicho sea de paso, se prendió con el negocio). ¡Vieran los enredos que se aman en las horas pico!
Penélope se ha convertido en una próspera empresaria. En su negocio sirve especialidades regionales y exóticas: Cracken en su tinta, lengua de Troll a la vinagreta, Gobblin con salsa del chef y, como postre, manzanas del Jardín de las Hespérides con crema de leche de unicornio bicéfalo. ¡Una exquisitez! Y, para los amantes de las promociones, hay una: El que logre tensar el arco de Ulises gana una cena tenedor libre para cuatro personas. Hasta ahora nadie lo logró. Pero la tuvo preocupada un ogro que casi lo tensa. Y todos saben lo que pueden llegar a engullir esas criaturas.
Todo le va bien a Penélope: el negocio prospera, su hijo estudia en la academia de Apolo, tiene una casa confortable en el centro de Ítaca y un departamento en Atenas para los fines de semana. En fin; todas esas cosas que el dinero le puede dar.
Pero no es feliz…
Todas las tardes, cuando el sol besa el borde del mundo y el mar acaricia la playa en calma, Penélope se para al borde del camino a esperar a su amor.
Contra toda esperanza desea que vuelva. No consigue olvidarlo. Más aún cuando todo el mundo habla de sus aventuras de ultramar.
No le desea el mal, pero sueña con verlo bajarse de una nave de esas que pasan por el puerto, cansado de recorrer el mundo y aún enamorado. Sueña que juntos se retiran a un rincón olvidado de la tierra donde nadie los conoce; y allí envejecer juntos y disfrutar de su amor.
Karinna Ghiselli

19 may 2011

Las palabras



“Así tambien, la lengua es un miembro pequeño,
 y sin embargo hace grandes alardes.
¡Miren!¡Con cuán pequeño fuego
se incendia tan grande bosque”
Santiago 3:5


Las palabras que nos lanzamos como cuchillos
Cortan el aire de la madrugada.
(Esa hora fatal para los encuentros,
Experta en desentrañar heridas).

Palabras que se cruzan.
Palabras que se encuentran.
Palabras que se enfrentan.
Palabras que se rozan.

Las palabras dolieron plenamente
Encontrando caminos muy secretos.
Han llegado profundo en el espíritu.
Han calado hondo, hasta los huesos.

Palabras certeras.
Palabras dolientes.
Palabras hirientes.
Palabras arteras.

¡Ay! Si no existieran las palabras
Hubiéramos, de todos modos,
Encontrado la manera
De darnos puñaladas.

Hilde Karinna Ghiselli

28 abr 2011

Izquierdoderecho


Mi lado derecho
Es frío, duro, organizado.
Gobierna mi vida y mis actos
De una manera precisa y ordenada.
Cruza las calles por las esquinas,
Firma papeles rimbombantes,
Anota resultados en planillas,
Plancha, cose lava y pinta.

Mi lado izquierdo,
En cambio,
Hace lo que se le da la gana:
Dibuja soles imposibles,
Patea la pelota para cualquier lado,
Suelta las riendas
En el momento de mayor esfuerzo
Y tropieza a cada instante contra nada.

¡Qué contraste, Señor, este cuerpo!
Cálido – frío,
Blanco – negro,
Oscuro – claro.
Pero auque parezca imposible
Logra por instantes un acuerdo
Y consigue llevarme a todos lados.

Hilde Karinna Ghiselli

20 abr 2011

NANA DEL BASURAL





































Duerme mi niño oscuro
De patitas flacas,
Mocos colgando
Y manos paspadas.



Mi niño tierno
De golpeada espalda,
Sonrisa torva
Y ojos sin esperanza.






Juega, mi niño, juega
Que el basural te traga
Entre las moscas
Y los gusanos
Encuentra, mi pequeñito
Un trozo de infancia.

Canta, mi sueño, canta
Esa canción de desesperanza.
Porque mientras
Los grandes roban
Duerme mi ángel
Con dolor de panza.

Hilde Karinna Ghiselli

20 mar 2011

Casillas



Una musa disfrazada de paloma quiso entrar en mis pensamientos pero chocó con la ventana recién limpita. Murió en un suspiro –poema.
Yo sabía que no debía poner orden en los armarios, porque en “mente cerrada no entran musas”
  • Hilde Karinna Ghiselli

31 ene 2011

FUGAZ

 

                 ¡OH! RELOJERO ;
                        ARTESANO
                  MAESTRO DE LAS
                      AGUJAS Y EL
                          PENDULO,

                   ¡QUE PRIVILEGIO!

                         HACER LATIR
                          EL CORAZON
                          DEL TIEMPO!!

                                   MIRTA STAGNARO
                                           18/01/2011

29 ene 2011

EL SALTO


 
Una masa oscura surge repentinamente atravesando la bruma. Se acerca rápidamente creando remolinos en la niebla sempiterna. Pasa muy cerca de la costa y, pocos minutos después, vuelve a ser engullida por el manto gris.
Las miradas se encuentran fugazmente. No hay tiempo para palabras o gestos; solo ojos que se miran a través del espacio que los separa.
Todo pasa velozmente. El silencio vuelve a apoderarse de la masa rocosa


-                     ¿Dónde estabas?
-                     En el acantilado
-                     ¡Otra vez! ¿No hablamos ya respecto al peligro?
-                     ¡Si, mamá! No te preocupes, tengo cuidado
-                     No sé que le ves. ¡Todos las semanas lo mismo! El paso de La Isla ya no le llama la atención a nadie, ecepto a vos.
-                     Contame de nuevo como fue. ¡Debió ser tan emocionante!
-                     Antes la tierra estaba fija. Los continentes o las islas no se movían. Pero los científicos comenzaron a experimentar con bombas debajo de la superficie y produjeron alteraciones irreversibles en el manto. Como resultado la tierra se fragmentó en millones de islotes flotantes. La composición del agua cambió impidiendo que se hundiesen, pero imposibilitando la navegación y convirtiéndolas en trampas mortales. Los movimientos insulares producidos por los movimientos magmáticos se volvieron regulares, pero la marea provocada por las corrientes electromagnéticas impidieron la navegación aérea y las telecomunicaciones. Así, cada isla quedó aislada de las demás y los sobrevivientes tuvimos que resignarnos y empezar de cero.
-                     Me fascina escucharte. ¿no se pudo establecer ningún tipo de comunicación con las demás islas?
-                     Muy raramente, mediante señales luminosas en código Morse. Pero no mucho… Bueno. Cambiemos de tema que este me pone mal.
-                     Yo te ayudo con tu trabajo, Ma. Pero no te pongas mal


Los ojos negros buscan a los verdes en la penumbra; ébano y esmeralda congelados en el minuto del paso. Casi tocándose, pero a eónes de distancia.
Un temblor sacude el aire; más profundo que el mar, más intenso que el oleaje que azota las costa.
La bruma vuelve a cubrirlo todo.


-                     Ma…
-                     ¿Si, hija?
-                     ¿qué distancia hay entre nuestra isla y la de enfrente?
-                     No sé. En el momento en que más se acercan deben ser unos ocho o diez metros. ¿Por qué lo preguntás?
-                     Nada. Solo pensaba.
-                     Estas muy rara vos.
-                     No te preocupes. Estoy bien.
-                     Esperemos que así sea.
La Isla de Enfrente presenta fiordos verticales que terminan en agudas rocas dentadas. Aquí y allá asoman algunas repisas aisladas entre los desfiladeros.
Los ojos siguen allí: firmes, anhelantes, inmóviles. Pasan en un segundo dejando un vacío de niebla tras de si.


El corazón le late frenéticamente mientras se aferra a la roca. La masa rocosa  surge de entre la bruma y se acerca rápidamente.
Ya no hay vuelta atrás. El miedo compite con el amor mientras su cuerpo tiembla espasmódicamente. A lo lejos oye el llamado desesperado de su madre. “Encontró la carta”, piensa, alejando solo un momento su atención del objetivo: un segundo antes o después serán fatales, tiene cinco metros para la carrera y un metro y medio para aterrizar.
El fragor se vuelve alucinante.
Toma aire…
¡Salta!.
Siente su cuerpo ingrávido por un segundo. Un instante después lucha tenazmente por aferrarse a la roca. “No lo lograré”, piensa antes de sentir unas manos aferrándola. Sigue la extensión de los brazos para descubrir esmeraldas que la miran llenas de admiración.
Se abrazan fuertemente y se funden en un beso largamente ansiado.
Ella mira hacia atrás, hacia su isla, pero la bruma ya lo ha cubierto todo.

KARINNA GHISELLI